viernes, 28 de agosto de 2009

30 de julio de 1975

Ayer fue 30 de julio. Una fecha que para la mayoría de nosotros no significa nada. Pues bien, he conocido la realidad de unos sucesos que tuvieron lugar un 30 de julio, hace 34 años:

El escenario, las calles de San Salvador. Los protagonistas, los estudiantes de la Universidad de El Salvador [UES] volcados a la calle para protestar contra el régimen militar y en favor de la libertad de expresión.

4:20 p.m. del miércoles 30 de Julio de 1975. Los que encabezaban la manifestación quisieron ganar la calle que pasa frente a la entrada del ISSS (Instituto de Sanidad), desviándose de la ruta para tratar de evitar enfrentamientos con las unidades blindadas… sin embargo un contingente de la guardia ya estaba esperándolos detrás del colegio Asunción, obligándolos a retroceder al paso a dos niveles, forzando a fuerza de balas a muchos a lanzarse del puente. En este lugar fueron muchos los estudiantes fracturados, algunos de los cuales fueron rematados a tiros. En el momento en que daban marcha atrás, comenzaron los disparos de fusiles y ametralladoras, a la par del estallido de bombas lacrimógenas descargadas por los cuerpos represivos… la carnicería humana dio comienzo.

La fría decisión de tirar a matar en la tarde del 30 de Julio, de seguir hasta aniquilar, de lanzar los vehículos blindados contra la multitud inerte, de machetear salvajemente al que se ponía a su alcance, de dejar sangrar a sus victimas impidiendo con brutalidad cualquier auxilió oportuno que quisieron brindar los médicos y enfermeros del ISSS; refleja la feroz determinación de la dictadura de acabar con la juventud pensante del país, demuestra la voluntad de mutilar la conciencia de un pueblo.

El fuego cerrado duró pocos minutos, pero suficiente para derramar mucha sangre juvenil… pero no solo fueron balazos, los muchachos y muchachas que quisieron en su desesperada huida saltar los muros del ISSS, recibieron machetazos en la cabeza y otras partes del cuerpo hasta desmembrarlos, quedando en el lugar trágicas señales de la carnicería...

Así aconteció una fecha que caló en lo más profundo del corazón estudiantil, ¡Así murieron muchos compañeros universitarios, murieron para vivir, pues están presentes en cada puño alzado!

Los periódicos de la época hablaban de tres o cinco muertos, pero testigos de aquella tarde triste hablan de centenares de muertos y desaparecidos, los verdaderos de los hechos fueron ocultados por la prensa nacional, mintiéndole al pueblo del verdadero genocidio cometido por la dictadura militar.

José Domingo Aldana, Carlos Fonseca, Reinaldo Hasbun, Napoleón Orlando Calderón, Sergio Antonio Cabrera, Roberto Miranda… y muchos más muertos y desaparecidos que hoy, 34 años después, nos convocan a recordar su memoria y su sacrificio inclaudicable de lucha.

Sepan todos que los mártires no han muerto por que viven junto a los estudiantes que luchan por una anhelada trasformación social por la que muchos hombres y mujeres dieron su vida.


30 DE JULIO, PROHIBIDO OLVIDAR…
POR QUE EL COLOR DE LA SANGRE JAMÁS SE OLVIDA.
LOS MASACRADOS SERÁN VENGADOS.
POR NUESTROS CAÍDOS JURAMOS VENCER.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!

2 comentarios:

  1. Este artículo lo publiqué en mi blog el día después de asistir al festival en memoria de los mártires del 30 de julio. Quique y Diana me animaron a subirlo al blog de ESF porque, aunque no tiene nada que ver con nuestros proyectos, sí explica una vivencia que hemos tenido.

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  2. fui estudiante de la U y ese seceso como dijo el che sean capaces de sentir la injusticiaque su pueblo vive.
    marlon alvarado
    usbdjfulll@gmail.com

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